Todos necesitamos confianza de los demás para alcanzar y superar los objetivos más difíciles, y especialmente nuestros hijos y alumnos. ¿Pero realmente se la damos?, ¿Porqué les etiquetamos?, ¿Somos conscientes del daño que podemos hacerles? Ésta es la base del efecto Pigmalión, que la psicología encuadra como un principio de actuación a partir de las expectativas ajenas. Intentemos NO ETIQUETARLOS. Os ofrecemos este artículo muy interesante sobre este asunto tan importante para el crecimiento personal.
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